viernes, 20 de marzo de 2009

El Ensayo Literario

El ensayo consiste en la exposición de un punto de vista personal y subjetivo acerca de un tema específico, éste puede ser de diversa índole: humanístico, filosófico, político, social, cultural, etc. Para redactarlo no es necesario tener un aparato documental formal, se realiza de forma libre y asistemática y con estilo propio.
El ensayo es un género relativamente moderno; pueden rastrearse sus orígenes desde épocas remotas. Sólo en la edad contemporánea ha llegado a alcanzar una posición central. En la actualidad está definido como género literario, pero en realidad, el ensayo se reduce a una serie de argumentaciones y reflexiones, la mayoría de las veces con unenfoque crítico, en las cuales el autor expresa sus opiniones acerca de un tema determinado, o incluso, sin tema alguno¿en que consiste un ensayo literario? El ensayo literario se puede definir a partir de las ideas en juego que abarcan diversas disciplinas como la moral, la ciencia, la filosofía, la historia y la política, las cuales crean un misceláneo dinámico y libre.
¿Qué características tiene un ensayo literario? En el ensayo, el autor plasma sus impresiones y reflexiones acerca de la vida; es y debe ser personal, subjetivo: una visión particular del escritor. Los filósofos defienden el ensayo como una forma de expresión real de las manifestaciones filosóficas, llámese tratado, discurso o réplica.



La reputación familiar
Por: Benjamín Hernández
“Yo no nací para ser grande Yo no nací para matarle, Pero sé bien que no nací Para que alguien más me doble”
Nan Knighton, “El vuelo de un halcón”
En nuestro país, especialmente en pueblos pequeños donde todo el mundo se conoce, el prestigio de las familias es de gran importancia. A veces, incluso, la reputación familiar llega a ser más importante que cualquiera de sus miembros. Este hecho genera una especie de obsesión por tener una buena imagen, como familia, ante la sociedad y a ser capaz de todo por mantenerla. Esta realidad está muy bien plasmada en la novela “Crónica de una muerte anunciada”, de Gabriel García Márquez debido a que los hermanos Vicario amaban más el prestigio de su familia y su propia imagen ante los demás, que a su propia hermana. Esto lo podemos ver en su gran deseo de limpiar el honor de la familia y en su falta de interés por ayudar a su hermana Ángela, a superar la situación por la que estaba atravesando, demostrando así qué les importaba más a ellos.
Cuando Ángela Vicario fue devuelta por su marido la noche de su boda por no ser virgen, era evidente que la imagen de la familia se vería afectada: “¿Cómo es posible que no haya llegado virgen al matrimonio? Pues claro, con esa familia…” podría pensar la gente; y eso no podrían soportarlo ni Pura Vicario ni los gemelos Pedro y Pablo Vicario. Este fue el motivo real de su violenta venganza; jamás se preocuparon por saber cómo se sentía Ángela, ni por ver si quería hablar de ello. Quizá nunca tuvieron la suficiente confianza fraternal para hablar de sus sentimientos. Y era evidente que su madre los había educado así, simplemente hechos para mantener la honra de la familia en alto. Ella misma los obligó a sacrificar sus sentimientos con el fin de ser bien vistos por la sociedad, esto lo vemos claramente porque a Ángela: “(…) le impusieron la obligación de casarse con un hombre que apenas había visto” (Márquez, 48)
Además, su madre tampoco se preocupó por ayudar emocionalmente a su hija, sólo por hacer que sus hijos vengaran la honra de ella. Con una madre así, es fácil darse cuenta de qué valores tienen los hijos, y de cuál fue su motivo para cometer un crimen atroz: simplemente les importaba más el prestigio de su familia que los sentimientos de su propia hermana, pues la primera reacción de ambos al ver la desgracia de ella fue que querían vengarse del hombre que se había burlado de la familia Vicario. Fue rabia vengativa, no rabia amorosa y preocupada, como lo demostró Pedro Vicario cuando tomó violentamente a Ángela y: “le dijo temblando de rabia– : dinos quién fue.” (Márquez, 65)
Después de haberse decidido a matar a Santiago Nasar, los gemelos, resueltos a hacer notorio que los Vicario no pasan por alto una deshonra así, se encargaron de hacer que todo el mundo se enterara de lo que iban a hacer. A todas las personas que pudieron les presumieron que ese día Santiago Nasar moriría en sus manos. Su deseo de publicarlo era notorio, sobre todo porque fueron a afilar sus cuchillos en plena luz del día, y aún cuando los habían desarmado, regresaron con otros cuchillos a afilarlos y: “(…) volvieron a gritar para que los oyeran que iban a sacarle las tripas a Santiago Nasar(…)” (Márquez, 79)
Esta conducta es muy similar a la del niño que quiere imponer miedo a los otros con amenazas que no piensa realmente cumplir, pero que le crean una imagen ante ellos, quienes difícilmente se meterán con él. Es lo mismo que ocurre con los hermanos Vicario: Querían que todo el mundo supiera que los Vicario no se dejaban de los abusivos, y que si Ángela no había llegado virgen al altar, no había sido culpa de ella, sino de Santiago Nasar, por lo que merecía morir. Sencillo: Un asesinato en “defensa propia” desde el papel de las víctimas los exoneraría y quizá pondría a algunas personas de su parte.
Aún con todas esas amenazas, nadie evitó que el crimen fuera consumado. De todos modos, los hermanos Vicario cumplieron su amenaza, aunque la mayor parte de su misión de limpiar la honra de la familia ya se había llevado a cabo con la publicación del crimen. Así, con una plaza llena curiosos, los gemelos Vicario dejaron bien en claro que Santiago Nasar era el único culpable de la vergüenza que había sufrido la familia Vicario debido a que Ángela había sido rechazada por su esposo en la noche de su boda; y limpiaron la honra tanto de Ángela como de la familia. Y nada más… No hicieron nada más que eso.
Nunca se preocuparon por buscar el bienestar de Ángela, ni hacerla estar tranquila. Estando los gemelos en la cárcel, no se acordaron ni por un instante de su hermana ni del sufrimiento de ella, lo que demuestra que no les interesaba en lo más mínimo. Estaban un tanto satisfechos de lo que habían hecho, tanto así que declararon que volverían a matar a Nasar por los mismos motivos. Pero también tenían algo de culpa, no podían dormir bien, pues: “(…) tan pronto como se dormían volvían a cometer el crimen.” (Márquez, 103)
Los gemelos Vicario realmente amaban más la reputación de la familia que a su propia hermana, incluso sacrificaron su libertad por limpiar la honra de la familia, el prestigio de la familia. Ellos mismos dijeron que el asesinato había sido un asunto de honor, y era cierto. Desde niños aprendieron, de labios de su madre, que eso era lo más importante y que los sentimientos de las personas no eran más valiosos que lo que pensara la gente de ellos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS:
García Márquez, Gabriel. Crónica de una muerte anunciada. México: La oveja negra 1981.

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